La propuesta de “Tristediós Tango”, como ocurre con otras agrupaciones, cuenta con el apoyo de parejas de baile como la que conforman el maestro de tango Enrique Saavedra y la joven Mariana Luz Pazos. En este sentido, su oferta busca la versatilidad, de manera que pueda adaptarse a cualquier tipo de actuación (desde actuaciones privadas en celebraciones de carácter personal hasta eventos públicos en teatros y auditorios. Asimismo, ofrece su propuesta musical como animación de milongas de baile.
El repertorio del grupo incluye tangos clásicos que abarcan un período que va desde los años 20 hasta los años 50, junto con otros tangos posteriores y algunas composiciones propias. Al lado del tango y sus variantes (tango-canción, tango-vals y tango-milonga), también suelen incluir algunas piezas de folclore, aunque no en todas sus actuaciones.
Tristediós Tango defiende el mestizaje y la oralidad como raigambre del tango y como dos de sus mejores emblemas de cara al porvenir. Ello lo lleva a mantener una postura estética basada en cierto sentimiento de extranjería, de nomadismo y de defensa de lo popular frente a lo masivo. Desde su origen, la identidad en el tango se ha conformado aferrándose a valores que el propio entorno social y musical ayudaban a crear. Como menciona un antiguo investigador de tango, el profesor Vidart: “ser guapo (valiente, arrogante), equivale a ser en la duda cartesiana del orillero”.
La puesta en escena del grupo suele ser sobria, primando en ella la entrega apasionada de los intérpretes (músicos y vocalista), cierta componente teatral en el desarrollo del espectáculo (como si fuese una historia) y la palabra poética que sirve de puente y descargo entre canción y canción.
